martes, 2 de septiembre de 2008

El renacer de los libros electrónicos










El papel persiste como principal soporte para la lectura, pero este panorama puede cambiar si triunfa de una vez por todas la tinta electrónica y, por ende, los aparatos lectores de dicho formato. Las expectativas creadas ante la aparición a finales del año pasado de Kindle, el lector de libros electrónicos de Amazon, unidas al lanzamiento de otros dispositivos similares, están sirviendo para que los usuarios den una nueva oportunidad a una tecnología de lectura que no termina de cuajar a pesar del crecimiento de la oferta de libros digitales.
Autor: Por ANTONIO DELGADO





El libro electrónico es una de las eternas promesas que la industria tecnológica y la editorial vienen proclamando desde hace diez años. Sin embargo, en el mercado no termina de imponerse. Básicamente, los usuarios se encuentran con dispositivos portátiles lectores de libros electrónicos de excesivo precio y que reproducen una cantidad muy limitada de formatos de archivo (no hay que olvidar que el libro electrónico es en sí mismo un archivo de texto), así como con un catálogo reducido de títulos a un precio cercano a la versión en papel. Debido a esto, la demanda de libros electrónicos es escasa, aunque en los últimos meses diferentes iniciativas están haciendo que resurja con fuerza la demanda de aparatos lectores.
Productos caros y con poca oferta
Los clientes potenciales del libro electrónico son personas aficionadas a la lectura que ven en la comodidad del transporte y almacenaje de cientos de libros dentro de una simple tarjeta de memoria una de sus principales ventajas, con lo que en principio no debería haber problemas para tener un mercado sólido, más teniendo en cuenta que los avances en la tinta electrónica le han dado mucha calidad de definición.
Sin embargo, el problema fundamental del libro electrónico es precisamente la actitud de las editoriales a la hora de crear un mercado del libro digital. Éstas publican ediciones electrónicas a precios muy altos y con restricciones del tipo
DRM. Empresas pioneras en la creación de estos dispositivos, como las compañías japonesas Sony y Panasonic, han fracasado en diversas ocasiones por la falta de colaboración editorial. Además, algunos expertos consideran que la redistribución en los porcentajes de la venta de libros electrónicos debe variar para que el autor salga más beneficiado que hasta ahora, lo cual afectaría al negocio editorial.
De todos modos, las tendencias respecto al futuro del libro electrónico también vienen marcadas por la conexión a Internet para la compra y descarga de títulos, la disponibilidad de los mismos y el desarrollo de un software social que permita hacer anotaciones compartidas, así como la dotación de funcionalidades táctiles y multimedia en los aparatos.









Las ventajas del libro en formato electrónico son numerosas. Para empezar, el espacio: El Quijote ocupa apenas 800 Kb, por lo que un sólo dispositivo de bolsillo puede albergar miles de títulos. Pero, además, el libro digitalizado abre las posibilidades de lectura: se pueden realizar búsquedas dentro del texto, resaltar frases, hacer anotaciones, etc. Y si bien los aparatos actuales no invitan a la lectura de un texto largo (una novela), una PDA se puede cargar con artículos de revistas (que se reciben directamente en el ordenador), guías de viaje o decenas de obras para llevar en el bolsillo y consultar en un viaje en metro, por ejemplo.






Este tipo de productos, de momento, no podríamos decir que es indispensable para cualquier tipo de persona, pero la tendencia nos anuncia que a futuro serán un bien normal.
La utilidad de estos será difundida tanto en entornos de colegios como universidades, aunque estará aquel fanático de la lectura, que adquiera uno para no perderse los últimos best-sellers.
De momento, comprarse uno de estos se jugar a la lotería, puede ser de utilidad, pero hay que sortear los obstáculos de toda tecnología que aún está en pañales.
Con la aparición de nuevas pantallas para estos dispositivos (que hay una pelea entre Epson y otras empresas), los precios seguramente caerán, y la autonomía mejorará… aunque esto es una suposición rápida sin muchas bases para fundamentarla.









1 comentario:

Stratego dijo...

Muy buen artículo. A mi hace años que me va muy bien vendiendo libros digitales:
http://www.librosenred.com/masvendidos.asp

Creo que esto es el presente y el futuro ya están aquí

Un saludo

Carlos Martín Pérez